Mientras me acariciaba la espalda desnuda, me confesó que él no se preocupaba por
nada jamás, no existían problemas en su existencia. Porque su filosofía es que somos almas eternas, que volvemos a reencarnar una y
otra vez en vidas paralelas y próximas.
Y ésta
vida, esta reputísima vida, es apenas un chispazo de su alma en la
eternidad.
Y claro.. en ese chispa, yo solo fui un buen polvazo...