Los lectores

18 de agosto de 2013

En el polvo de nuestra eternidad.

Mientras me acariciaba la espalda desnuda, me confesó que él no se preocupaba por nada jamás, no existían problemas en su existencia. Porque su filosofía es que somos almas eternas, que volvemos a reencarnar una y otra vez en vidas paralelas y próximas.
Y ésta vida,  esta reputísima vida, es apenas un chispazo de su alma en la eternidad.

Y claro.. en ese chispa, yo solo fui un buen polvazo...